Y este año tampoco puedo llamarte...
A mi padre... Hoy he despertado sintiéndome rara, algo crepitaba en mi interior sin saber muy bien que era lo que ardía. El sol salió pero su luz no era la misma, no se, era como más apagada; las nubes abandonaban su tersura e iban encapotando el cielo a la misa velocidad que mis ánimos y aún, sin salir de la cama, ya sentían unas ganas desbocadas de llorar. Y me levanto... y el suelo está frío... y las lágrimas brotan solas... y este año tampoco puedo llamarte... y te extraño... Es que hay fechas en el calendario que hacen que mi corazón perciba claramente ese vacío que dejaste, ese que pensé el tiempo podría rellenar. Pero cada año se engrandece y ni los nuevos abriles con todas sus flores no son capaces de completar, ni los veranos venideros calentarán y que los inviernos pasados y futuros siempre, siempre enfriarán... Y tiemblo como si nevara... y tus brazos no están para abrazarme... y quiero volver a oír tu voz... y este año tampoco puedo llama