Me gusta leer
Desde que el sonido tornó forma articulada y se hizo gráfica para expresar ideas, las palabras, eran respetadas, veneradas y mimadas. Nunca antes habían sido convocas para este tipo de actos, su rango les otorgaba prerrogativas para no tener que rebajarse a la asistencia a tales eventos. Las asambleas implicaban desde su nacimiento, luchas de poder, claramente palpables desde que se alcanzó al primer gran acuerdo. En él, tomos, volúmenes y libros impreso se hicieron con el mando y se las ingeniaron para dejar fuera a folletos, revistas y hojas sueltas. Desde entonces, no estaban dispuestos a perder su hegemonía. El argumento en el que se basaban para mantenerse a tal nivel era su presencia constante en la lucha por la defensa de las ideas escritas. Pero llegaron nuevos tiempos y con ellos, modernos formatos que insolentes, pretendían tener una participación activa en el mundo de las letras. Ellos no habían vivido los años duros, desconocían el sufrimiento y las represiones por l