Y para el 2013 quiero: ¡SENSACIONES!
Me gusta la impresión que recoge mi cuerpo de todo lo que lo rodea; no importa cual sea el vehículo o proceso fisiológico que las traiga hasta mi, ni el sentido o estimulo encargado de hacer llegar la experiencia. Lo que realmente me gusta es experimentar, percibir cada una de las sensaciones que desencadenan, notar esa cadena sintomática emocional que siempre trae consigo un vestigio, rastros que serán señales constitutivas de nuestras travesía por la vida. Por ello, aunque no me gusten los balances y los cómputos en estos momentos en que se retira elegantemente el bisiesto 2012 ajado, desgastado, agotado y da paso a un novato aprendiz 2013; sin quererlo, entro mi, en esa parte donde revolotean mariposeando palpitantes la cosecha de sensaciones de un año que termina. Paso lista a todo aquello que me ha hecho probar y saborear. Como catadora aventajada descubro fácilmente los buenos y malos momentos, no voy a perder demasiado tiempo en estos últimos, no los quiero volver a deg