Nuevo Premio , este es de Oro.
Me gusta escribir con pluma, emborronar el papel con su tinta, mirar el trazo sobre la hoja, oír el sonido que produce cuando se desliza y va sembrando de letras una superficie antes vacía que germinan en palabras como frutos con un sabor diferente al producido por un teclado, muy útil, pero menos mágico que una estilográfica. Antes siempre llevaba una enganchada a un cuaderno de notas en mi bolso hasta un aciago día en que decidió suicidarse, no se muy bien si por verse relegada en su trabajo o por despecho hacia su dueña, se desangró manchando con su sabia vital el contenido de mi bolso. Ahora la utilizo en casa de tarde en tarde por el placer que me provoca su contacto. Nunca las he tenido de oro… …Hasta ahora, cuando unos ojos almendrados llegados del norte y conocedores “El valor de lo Esencial” me han regalado una cargada no con tinta, sino con Sangre literaria. Gracias amiga, la llevaré siempre conmigo. Estaba deseando utilizarla y lo primero que me ha exigido